domingo, 15 de agosto de 2010


Me gusta sonreír a la gente que pasa por la calle con cara de preocupación,
alegrar la mañana a una abuelita especial y no soltar su mano durante una hora al día,
vivir despacio,
contemplar atardeceres en posición horizontal,
tumbarme en el césped húmedo,
aprender de los niños,
y de los ancianos,
respirar aromas dulces,
sentir la lluvia en mi cara y mis brazos,
que el viento me despeine cuando voy en bici,
el pelo despeinado de recién levantada,
que la música inunde mis sentidos,
bailar con los ojos cerrados,
caminar despacio,
encontrar pequeños detalles a la vuelta de cualquier esquina,
el olor de la tierra mojada,
que me abracen y se pare el mundo,
vivir sin reloj,
enamorarme de las sonrisas,
vivir a destiempo,
los lugares perdidos,
tomar café sola,
perderme incluso llevando un mapa,
observar las expresiones de sorpresa y de alegría aunque no vayan conmigo,
ver la cara de verguenza de un chico cuando lleva flores a la persona que más quiere en el mundo,
la gente que vive del aire,
que un perro me chupe la cara,
que me den besos en la nariz,
y los besos que hacen eco en el moflete,
sentir el césped en la planta de los pies,
abrir los brazos y sentir que puedo comerme el mundo,
el brillo en los ojos de los enamorados,
las lágrimas de alegría que convergen en un mismo punto entre dos personas.

Me gusta la vida...

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