lunes, 16 de agosto de 2010

Azul...



Quiero ir a un lugar donde no sean necesarias las caricias para evitar las lágrimas,
donde no exista el tiempo y poder caminar sin prisas,
donde no existan los mapas para poder perderme cada día,
donde sólo se viaje en bici para poder respirar y sentirse sano,
donde no existan los estimulantes que me agobien y me quiten la calma,
donde cada persona tenga un libro como pasaporte,
donde las mentes sean libres y pensantes,
donde la música se escuche en el aire,
donde el sol me de calor cuando lo necesite,
donde las nubes puedan tocarse y moldear,
donde el dinero no sea la moneda de cambio,
donde cada uno consuma según sus necesidades básicas,
donde el único dios venerado sea la ciencia, las artes plásticas, la música...
donde las sonrisas no se pierden,
donde las lágrimas sean de sorpresa, emoción o alegría,
donde los abrazos transmitan sensaciones...

¿Existe ese lugar?

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