jueves, 7 de octubre de 2010

Difícil explicar con palabras...Parte I.



-¿Estás muy cansado?
-Un poco, ¿por?
-Podías tocarme un poquito…
-Tú quédate como estás que yo bajo…

Suspira…

Ahma se escurre entre las sábanas, acariciando a su paso la piel sumisa de Lange. Ella siente erizar su piel en este trayecto, hasta llegar a la altura de sus caderas en posición horizontal, al Triángulo del Diablo y Limbo de los Perdidos.
Es en ese punto donde él se dispone a acariciar la parte interna de sus muslos, separándolos levemente para posicionar su cabeza entre ellos.

Lange, que nota el calor que desprenden sus mejillas, se estremece al imaginar los minutos que le esperan…
Siente esa respiración que no llega a tocarle, imagina la humedad del interior de su boca…
Ahma siente esas ansias de placer, imagina la humedad de su interior cuando entren en contacto de forma aparentemente casual…

Ella se estremece inevitablemente…Él disfruta de la espera y de la creciente actitud pasional…

Imaginación e impaciencia, simbiótica conexión.

Y cuando menos lo espera…una explosión de sensaciones surgen del leve contacto de su lengua con su clítoris; Lange hace un intento desesperado, un amago de escapar, mientras Ahma le agarra firmemente las nalgas, apretándolas con sus dedos y eliminando esos resquicios de huída similares a los de un animal en celo…
No puede resistirse, su único deseo es un suave movimiento oscilante…un movimiento que la obliga a permanecer unida a la lengua de Ahma, hasta liberarse de toda vergüenza o tabú, hasta lograr una sensación que nunca había conocido de esta manera…

(Continuará...)

No hay comentarios:

Publicar un comentario